Mallorca se ha convertido en un paraíso para los amantes de las dos ruedas. Su red de carreteras conecta paisajes que parecen creados para ser descubiertos en moto, desde montañas imponentes hasta calas recónditas. Para quienes buscan fusionar la emoción de la carretera con el descubrimiento de la isla, esta ruta en moto por Mallorca es un recorrido lleno de sorpresas.

Partiendo de la histórica Alcúdia, el viaje nos lleva a través de la elegante Artà, la serenidad de Cala Mesquida y el puerto de Cala Ratjada, antes de regresar al punto de origen. ¿Listo para descubrir por qué Mallorca vibra con cada kilómetro?

Alcúdia, el punto de partida

En el norte de Mallorca, Alcudia destaca por su historia milenaria y su carácter singular. Fundada por los romanos y rodeada de murallas medievales, recorrer su casco antiguo es adentrarse en un pasado entre callejuelas y plazas tranquilas. Su posición estratégica la convierte en el inicio perfecto para una ruta en moto por Mallorca: cerca de las principales carreteras, con paisajes variados a su alrededor y servicios que facilitan la logística a cualquier viajero sobre dos ruedas: Alcúdia ofrece aparcamiento cómodo y talleres cercanos, detalles que aportan tranquilidad al viaje.

Antes de comenzar la ruta, merece la pena detenerse en la Porta de Sant Sebastià, uno de los accesos más emblemáticos, y en el Museu Monogràfic, donde se explora el legado romano de Pollentia. Los mercados tradicionales, los martes y domingos, permiten aprovisionarse de productos locales.

Un consejo antes de salir: no hay que olvidar revisar el estado de la moto y llenar el depósito, una pequeña atención que asegura un recorrido sin complicaciones. ¿Arrancamos?

De Alcúdia a Artà: un trayecto entre paisajes cambiantes

La ruta en moto por Mallorca entre Alcúdia y Artà ofrece carreteras bien asfaltadas y curvas suaves aptas para motoristas de cualquier nivel. Al salir de Alcúdia, la Ma-12 es una vía recomendada: atraviesa zonas rurales y se acerca al mar en algunos puntos. Es aconsejable extremar la precaución en los cruces de caminos agrícolas y al avanzar por tramos donde pueden encontrarse ciclistas, sobre todo en temporada alta.

A lo largo del trayecto, el paisaje alterna campos de almendros y algarrobos, zonas de matorral mediterráneo y vistas abiertas hacia la costa en ciertos tramos. La sierra de Llevant se asoma en el horizonte y, según la época, es posible encontrar los colores cambiantes de las tierras de cultivo, salpicadas de molinos y pequeñas fincas. Recomendamos una parada en Colònia de Sant Pere, pueblo costero ideal para descansar junto al puerto y reponer líquidos antes de continuar. 

Al aproximarse a Artà, el acceso es sencillo y cuenta con señalización clara hacia el centro. El municipio dispone de aparcamientos para motos cerca del casco histórico, lo que facilita la visita a pie para descubrir mercados artesanales y el patrimonio de Sant Salvador. 

 
 

Cala Mesquida: una parada llena de contrastes naturales 

Cala Mesquida, al noreste de Mallorca, es el escenario perfecto para un alto en la ruta en moto, ofreciendo un contraste deslumbrante con los paisajes recorridos hasta el momento. Rodeada de dunas protegidas y bosques de pinos, esta cala destaca por su autenticidad y riqueza natural. Más allá de su arena fina y aguas turquesa, el entorno en sí es un espectáculo. 

Para quienes buscan estirar las piernas, hay senderos que emergen desde la cala e invitan a explorar este entorno. Una caminata corta hacia el mirador cercano regala vistas panorámicas impresionantes, combinando el azul intenso del mar con las tonalidades verdes de la vegetación circundante. Además, Cala Mesquida alberga una importante colonia de aves migratorias, lo que añade un elemento fascinante para los amantes de la naturaleza. 

Cala Mesquida es mucho más que un desvío; es también una oportunidad ideal para reagruparse, revisar el itinerario y recargar energías antes de continuar hacia el siguiente destino.

Cala Ratjada: el contraste costero 

La llegada a Cala Ratjada marca uno de los tramos más dinámicos de la ruta en moto por Mallorca. El acceso al núcleo se realiza a través de carreteras secundarias en buen estado y con señalización clara. Los motoristas encuentran varias zonas habilitadas para aparcamiento, incluyendo espacios próximos al muelle y al inicio del paseo marítimo, facilitando la parada sin complicaciones.

Para quienes buscan descansar sin perder de vista su moto, muchas terrazas y cafeterías permiten estacionar cerca y supervisar el equipaje. El entorno del Faro de Capdepera resulta especialmente atractivo para quienes prefieren los miradores tranquilos y quieren alejarse del bullicio unos minutos; el acceso es sencillo, aunque la carretera presenta curvas cerradas y firme irregular en algunos puntos.

Cala Agulla, situada a escasos minutos del centro urbano, ofrece aparcamiento específico para motos durante gran parte del año y acceso flexible incluso en días concurridos. Esta parada permite refrescarse o realizar una pausa breve antes de continuar la ruta en moto por Mallorca hacia paisajes menos urbanizados.

 
 

El regreso: paradas alternativas para moteros

En la vuelta de tu ruta en moto por Mallorca, una opción recomendable es tomar el desvío hacia Son Serra de Marina, un núcleo discreto frente a la costa, con acceso rápido a la playa y chiringuitos donde tomar algo antes de seguir. 

Para quienes buscan una experiencia algo distinta, la zona de Canyamel invita a visitar su emblemática torre y, si hay tiempo, disfrutar de la carretera de acceso que serpentea entre naturaleza y mar, siempre con buen firme para la moto.

Ya en el último tramo, plantear una breve parada en el Port de Can Picafort puede ser un acierto: el lugar es perfecto para repostar, tomar un café al aire libre y planificar los kilómetros finales. Estas sugerencias evitan repetir paisajes y permiten descubrir puntos menos concurridos, pensados para quienes desean aprovechar cada curva hasta el último minuto del viaje.

Hotels VIVA: el pit stop perfecto para motoristas

En Hotels VIVA queremos ser tu alojamiento para que disfrutes de Mallorca sobre dos ruedas. Nuestras ubicaciones en Alcúdia y Cala Mesquida son puntos estratégicos, ideales para comenzar cada día recorriendo las mejores carreteras y paisajes de la isla.

Sabemos que la seguridad de la moto y tu comodidad al final de la jornada son importantes. Por eso, ponemos a tu disposición garaje seguro, áreas específicas para el equipo y zonas para el mantenimiento básico, facilitando que aparques sin preocupaciones y cuides de tu moto en todo momento. Si utilizas una moto eléctrica, encontrarás puntos de recarga en nuestros hoteles, comprometidos con la movilidad sostenible en Mallorca.

Cuando llega el momento de descansar, puedes elegir entre opciones todo incluido y servicios personalizados adaptados a tus necesidades. Tras un día de ruta, disfruta de nuestras zonas de spa, piscina y relax para reponer fuerzas y recuperar energías.

En Hotels VIVA cuidamos los detalles para que solo tengas que pensar en descubrir la isla y hacer de cada jornada una experiencia para recordar.