Mallorca no solo conquista con sus calas y montañas, sino también con su carta de sabores. Aquí, perderse es fácil… y delicioso. De todos los tesoros culinarios de la isla, la ensaimada es el que brilla en cada vitrina y triunfa en cada mesa dominguera. No es solo un dulce: es la invitada estrella en celebraciones y el regalo más repetido en las maletas de regreso a casa. Pero, ojo, no todas las espirales llevan la misma historia en sus capas. 

En esta guía te contamos cómo acertar al comprar ensaimadas de Mallorca, dónde encontrar las mejores y cómo elegir una que haga honor a la tradición. Ponte cómodo y acompáñanos por los mejores obradores, ¡que la búsqueda para encontrar la mejor ensaimada de Mallorca empieza aquí!

 

La ensaimada: anatomía de un icono mallorquín

La ensaimada de Mallorca no es solo un dulce; es una institución. Sus orígenes, aunque envueltos en cierto misterio con teorías que apuntan a influencias árabes o judías, se consolidan en el siglo XVII como parte fundamental de las celebraciones y la vida cotidiana de la isla. Lo que empezó como un manjar festivo se ha convertido en el desayuno por excelencia y el gesto más dulce de bienvenida o despedida.

El secreto de una ensaimada de bandera no está en una fórmula mágica, sino en la paciencia y la calidad de sus ingredientes. La masa se elabora con harina de fuerza, agua, azúcar, huevos y el componente que le da nombre y carácter: el saïm (manteca de cerdo). El proceso de elaboración es un arte de estirar la masa hasta dejarla casi transparente, untarla generosamente con saïm, enrollarla y darle su inconfundible forma de espiral. Después, una fermentación lenta y cuidadosa hace el resto antes de hornearla hasta que adquiere un tono dorado perfecto.

¿Y cómo distinguir una obra maestra de una simple imitación? Fíjate en estos 3 detalles:

  • Apariencia: debe tener un brillo sutil, no graso, una espiral bien dibujada y una capa fina y uniforme de azúcar glas que se añade justo antes de servir.
  • Textura: al partirla, se deshoja en finas capas. Es ligera, aérea y se deshace en la boca con una esponjosidad que delata una buena fermentación.
  • Sabor: el equilibrio es clave. Un dulzor justo que permite apreciar el sabor profundo y característico que le aporta el saïm, sin resultar pesado. Si sabe sólo azúcar, mala señal.

 

Los 10 hornos donde comprar las mejores ensaimadas de Mallorca

Aquí empieza la ruta del buen comer, una selección de obradores donde la ensaimada de Mallorca es mucho más que una receta. Cada uno tiene su propia filosofía y algún secreto digno de contar, así que abróchate el delantal imaginario y ¡vamos de horno en horno!

 

1. Forn Can Joan de s'Aigo

Fundado en 1700, Can Joan de s'Aigo es el decano de los hornos mallorquines y parte del ADN de Palma. Con el paso de los años se ha convertido en el centro neurálgico para los amantes de la repostería tradicional. Hoy, sus salones de aire modernista, con mármoles y espejos que parecen sacados de un cuento, acogen tanto a locales como a curiosos que buscan vivir la experiencia clásica.

Las ensaimadas aquí se elaboran respetando la receta original: largas horas de reposo, masas trabajadas a mano y saïm mallorquín auténtico. La “lisa” es su joya, aunque las rellenas de cabello de ángel o crema merecen peregrinación. Un ritual: pedir una ensaimada recién horneada con un chocolate a la taza o un helado de almendra. Lo que los hace únicos es la fusión entre historia viva y sabor que ha resistido más de tres siglos sin perder ni una pizca de encanto.

2. Fornet de la Soca

Si hay un horno que ha elevado la ensaimada a la categoría de monumento comestible y es un sitio ideal para comprar ensaimada en Mallorca, ese es el Fornet de la Soca. Capitaneado por Tomeu Arbona, investigador culinario y auténtico defensor de la tradición local, este obrador es conocido por recuperar recetas ancestrales y productos autóctonos que estaban casi olvidados.

Sus ensaimadas se distinguen por el uso de harinas mallorquinas como la xeixa y fermentaciones profundas que potencian la textura y los aromas. Aquí la ensaimada nunca es “industrial”: todo se hace a pequeña escala, con mimo y sin prisas. Además de la clásica, sorprenden con rellenos singulares como requesón local, sobrasada ecológica o incluso variantes saladas que se salen del guion. Su esfuerzo por la biodiversidad y las recetas históricas convierten cada bocado en un viaje al pasado.

3. Forn Sant Francesc

El Forn Sant Francesc ha logrado un hito: ser galardonado en 2017 como la mejor ensaimada del mundo. Negocio familiar con alma joven, cuida al máximo el largo proceso de fermentación y el resultado salta a la vista (y al paladar): una masa aireada y un hojaldrado casi perfecto.

Lo especial de este obrador es su apuesta por la innovación sobre la base de la tradición. Su carta va desde la pura “lisa” para puristas, hasta sorprendentes versiones rellenas –chocolate, turrón, crema de avellana– que nunca resultan empalagosas. El horno es pequeño pero sus ensaimadas viajan, ya que cuentan con un sistema de envío merecidamente popular. El compromiso familiar y la búsqueda de la excelencia en cada pieza son su mejor ingrediente secreto.

 
 

4. Forn Fondo

Forn Fondo es uno de esos hornos centenarios con solera, famoso por su escaparate repleto de dulces artesanos y su ambiente cargado de historia. Aquí cada pieza se elabora siguiendo recetas transmitidas de generación en generación, priorizando ingredientes de calidad y una elaboración detallista.

Su ensaimada clásica es la reina del mostrador, pero sorprenden también con versiones rellenas de cabello de ángel y crema. Lo que diferencia a Forn Fondo es su capacidad para mantener la excelencia en cada pieza a pesar de la alta demanda, y el mimo con el que el personal orienta a cada cliente para que encuentre su ensaimada ideal. Entrar y comprar aquí es formar parte de una tradición palmesana de toda la vida.

5. Forn de Sant Jordi

Este templo de la repostería, activo desde hace más de cien años, es la definición de horno de barrio con alma, donde lo importante es mantener la esencia de lo artesanal.

Su ensaimada “lisa” es un estándar local, tan valorada que muchos palmesanos la usan casi como referencia para juzgar cualquier otra. Elaboran rellenas tradicionales, pero su diferenciación recae en la calidad constante: fermentaciones largas, masa melosa pero firme y ningún aditivo de más. No hay fórmula secreta, solo trabajo de generaciones y respeto por la tradición. El ambiente de confianza y trato cercano también suma puntos.

6. Forn Can Tòfol

Si tienes una familia grande (¡o muchos amigos hambrientos!), Can Tòfol es el paraíso. Este horno del sur es célebre por sus ensaimadas de gran formato, jugosas y capaces de mantener la ternura aunque sean XXL.

Can Tòfol apuesta por combinaciones atrevidas, desde la famosa ensaimada de crema tostada hasta la de sobrasada con miel, en la que el dulzor se mezcla con el picante y el sabor del embutido local. Todas las piezas reposan las horas necesarias y la masa se elabora como manda la tradición, sin atajos. Aquí la innovación está al servicio del sabor y lo familiar: muchas reuniones y fiestas en Campos giran alrededor de una de sus ensaimadas superlativas.

7. Forn i Pastisseria Gelabert

Este horno, en el corazón rural de Mallorca, es famoso por su capacidad para plasmar tradición en cada bocado. La estrella es la ensaimada de cabello de ángel, relleno cocinado en casa siguiendo una receta que guardan como un tesoro.

Su masa fermenta con calma y sin prisas, lo que da como resultado una textura tierna y aromática. El punto diferencial es el trabajo con materias primas de proximidad: huevos frescos, azúcar y harina local. Además, el horno mantiene una línea tradicional en la decoración y el trato, convirtiendo la compra en una experiencia cercana, casi de pueblo donde todos se conocen.

8. Horno Santo Cristo

Pocos hornos son tan conocidos fuera de la isla como Santo Cristo. Es el favorito de los visitantes porque ha sabido adaptar el producto al viajero: sus ensaimadas están preparadas para mantenerse impecables durante el transporte, con empaquetados resistentes y presentaciones variadas.

La masa se mantiene consistente y jugosa, incluso después de cruzar medio mundo. Ofrecen opciones desde la clásica hasta chocolate, crema o incluso sobrasada, todas aptas para la maleta. El principal valor añadido es la logística: puedes comprar en el local, en el aeropuerto o pedir desde fuera. La confianza de saber que llegarán bien a casa es, hoy por hoy, su mejor carta de presentación.

9. Forn de la Pau

Este pequeño gran horno pasa casi desapercibido, pero es un tesoro para los amantes de los sabores auténticos. Especialistas en masas madre, consiguen que su ensaimada tenga un ligero punto de acidez muy apreciado por los entendidos y casi imposible de encontrar en otros obradores.

El obrador es familiar y su producción limitada, lo que les permite controlar la calidad al máximo. Su ensaimada minimalista, sin apenas relleno, es la preferida de los que buscan el sabor "de toda la vida", sin artificios. Además, el trato personal y la discreción en el ambiente te harán sentir parte del barrio aunque solo vayas de paso.

10. Pastisseria Pomar

En Pomar son maestros pasteleros reconocidos por su versatilidad. Aunque su producto más famoso es la coca de albaricoque, la ensaimada tiene reservado un pedestal en su mostrador gracias a su versión de crema quemada: una masa delicada coronada por una fina capa de crema pastelera y un azúcar tostado hasta formar una costra caramelizada irresistible.

Además, elaboran ensaimadas rellenas de cabello de ángel y de nata, con la misma técnica casi científica que aplican a toda su pastelería. La meticulosidad de su obrador y la búsqueda incesante del equilibrio entre dulzor, textura y presentación los ha colocado en boca de todos (literalmente).

 
 

Hotels VIVA: el descanso ideal tras tu ruta de ensaimadas

Después de recorrer la isla y descubrir los mejores lugares para comprar ensaimadas de Mallorca, mereces un alojamiento a la altura de la experiencia. En Hotels VIVA, te ofrecemos el espacio perfecto para relajarte tras una jornada llena de sabor y tradición. Imagina regresar a nuestras piscinas refrescantes o descansar en habitaciones modernas y acogedoras, tras haber comprado esa caja de ensaimadas que llevarás a casa como el mejor recuerdo.

Pensamos en cada detalle: actividades y clubes para los más pequeños, zonas de relax en nuestros centros Wellness & Spa, y opciones de todo incluido para que solo tengas que pensar en disfrutar. Nuestra ubicación privilegiada hace que explorar y, por supuesto, comprar especialidades locales, sea fácil y cómodo.

Haz de tu visita un viaje redondo: después de hacer tu ruta de hornos y obradores, quédate en Hotels VIVA y vive Mallorca con todo el confort y servicios que mereces. Reserva ahora y deja que nos encarguemos de que tu experiencia en la isla sea inolvidable.