¿Cosas que hacer en Mallorca? Ufff, son tantísimas las posibilidades que el principal peligro es que se nos acaben los días de vacaciones en la isla y dejemos de ver cosas altamente interesantes.
Aunque la isla da para mucho, y para explorarla como realmente se merece necesitaríamos mucho tiempo, te vamos a proponer 5 zonas imprescindibles de Mallorca para visitar en 5 días.
Nuestro consejo es dedicarle a la capital de la isla al menos un día entero. Es la única forma de, al menos, ver los puntos totalmente imprescindibles.
El casco antiguo es encantador y pintoresco y con un patrimonio arquitectónico, histórico y cultural impresionante. No puedes dejar de visitar la imponente Catedral de Mallorca, poniendo especial atención en la monumental obra de Miquel Barceló, siendo El Mural de la Capilla del Santísimo la pintura más emblemática. No menos interesantes son el Real Palacio de la Almudena o el Museo de Arte contemporáneo de Es Baluard. Y como las visitas culturales no están reñidas, ni mucho menos, con darle un gran placer al paladar, no te puedes despedir de Palma sin hacer una ruta por sus principales bares de tapas, la denominada ruta Martiana. En cuanto a barrios, el de Santa Caterina, la Lonja o el Portixol aún conservan intacta la esencia de los barrios de pescadores tradicionales.
La Sierra de Tramontana vertebra con sus impresionantes montañas todo el norte de la isla. En la parte este no puedes dejar de visitar pueblos como Valldemossa o Sóller. Pero te queremos recomendar un lugar menos conocido pero realmente increíble: el Monasterio de Lluc.
Este lugar religioso es leyenda viva de la isla, un lugar de culto muy directamente ligado al mallorquín más universal: Ramón Lluch, a quien se le atribuye el origen del monasterio, ya que se considera que hizo construir el altar Mariano en 1275.
Nuestra propuesta para el tercer día es pasarlo en el extremo noreste de la isla y visitar la playa de Formentor y la costa de Portocolom.
La playa de Formentor es una playa preciosa, de fina arena blanca y galardonada con la bandera azul. Está ubicada en uno de los parajes más vírgenes y espectaculares de la isla. Las vistas a las montañas de la sierra de Tramuntana y al Cap de Formentor son increíbles e inolvidables. Al atardecer podemos visitar su famoso faro: la experiencia es única.
Aprovechando nuestra estancia en la zona, podemos aprovechar para pasear por el Puerto de Pollença, un fantástico lugar que inspiró a la mismísima Agatha Christie para escribir una de sus grandes novelas.
En el sureste de Palma de Mallorca se encuentra Portocolom, un pueblecito de pescadores con un encanto excepcional que se encuentra enclavado en una gran bahía con una curiosa forma irregular. Destacan los cobertizos, el faro y un larguísimo muelle donde se mezclan modernas embarcaciones de ocio con los barcos de pesca locales.
La costa de Portocolom tiene, además, alicientes adicionales como una cena romántica en alguno de sus muchos restaurantes, algunos de ellos con música en vivo. Uno de los locales más famosos es el chiringuito de Cala Sa Nau.
Si el quinto día en la isla coincide en miércoles y sábados podemos aprovechar para visitar el famoso Mercado de Santanyi y comprar productos locales tradicionales tanto de gastronomía como artesanales.
Por la tarde podemos aprovechar para darnos un buen chapuzón en los cercanos Faro de Ses Salines y playa de Es Caragol, que es una de las más apreciadas de la isla.
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