¿Conoces la fauna de Mallorca? La isla es un inmenso paraíso donde conviven paisajes variados, como marinas, humedales, zonas de montaña, barrancos o acantilados.
Esta situación geográfica y su clima privilegiado convierten a nuestra isla en un gran ecosistema con multitud de especies, tanto animales como vegetales.
La enorme riqueza faunística de Mallorca se debe a dos factores: por una parte, la orografía y vegetación propia de la isla; por otra, su aislamiento del resto del continente durante décadas y siglos, que ha facilitado la evolución de especies endémicas, únicas y autóctonas, que conviven con el resto de la fauna mediterránea, formada mayoritariamente por peces, crustáceos y aves marinas.
Una de las especies autóctonas más curiosas de Mallorca es el "boc balear", una cabra montesa que atrae la atención por su pelaje rojizo y sus cuernos abiertos.
Otro caso de mamífero endémico mallorquín es la jineta balear, de cabeza y cuerpo alargado.
Actualmente, podemos encontrar variedades de este mamífero carnívoro de la familia de los vivérridos en el sur de Francia, en el norte de Italia y en algunos puntos de la Península Ibérica.
La mallorquina presenta un característico pelaje gris con manchas negras.
Otra especie llamativa es el erizo de Mallorca: mide alrededor de 25 centímetros de largo, pesa en torno a un kilo y sus púas, aunque poco gruesas, pueden alcanzar tres centímetros de longitud.
De los crustáceos mallorquines, destacan las especies endémicas de los géneros Iberellus y Xerocrassa.
También los Tudorella ferruginea (caracol operculado muy frecuente en los campos de Mallorca y Menorca) o los Allognathus graellsianus (autóctonos de la Sierra de Tramuntana).
Las lagartijas de Baleares son muy conocidas y famosas (¡son toda una institución en la isla!), sobre todo la lagartija balear (de la familia Lacertidae y que sigue siendo muy habitual en pequeños islotes) y la Lagartija pitiusa (originaria de Formentera e Ibiza).
Ambas cuentan con más de cuarenta subespecies que podemos ver mientras caminamos por cualquier rincón de Mallorca.
El sapillo balear o ferreret, un pequeño anfibio anuro que algunos consideran un "auténtico fósil viviente”, ha esquivado cualquier aspecto evolutivo en los últimos siglos.
Hoy en día, únicamente se localiza en torrentes y pozas de la Sierra de Tramuntana y, a diferencia de otras especies similares, no segrega toxinas por la piel, pone pocos huevos (aunque son de gran tamaño) y su crecimiento es muy lento.
Aunque su supervivencia sigue siendo un misterio para los biólogos, algunas investigaciones sugieren que el ferreret, llamado así porque su canto recuerda al sonido que produce el hierro al ser golpeado, no ha tenido enemigos ni depredadores naturales.
El sapo verde es otra especie muy vinculada a Mallorca.
De hecho, nuestra isla es el único lugar del territorio español donde podemos ver este animal, cuyo origen se encuentra en otros enclaves del Mediterráneo como Córcega o Cerdeña,
Para terminar este apartado sobre fauna de Mallorca endémica, podemos enumerar algunas aves como la pardela balear (en peligro de extinción) y la burruca balear, además del herrerillo común, el papamoscas, el vencejo o el águila pescadora.
Puedes ver muchas de ellas en el Parque Natural Mondragó, declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y todo un paraíso para los amantes del birding.
Aunque el boc balear, el sapillo, los erizos, las lagartijas o las aves son parte del paisaje salvaje mallorquín, la mayor diversidad de la isla se concentra en su medio marino, donde hay más de 400 especies de peces.
Pero la "joya de la corona" no es un pez, sino una planta: la Posidonia oceánica, cuyas praderas en el fondo marino sirven de refugio y alimento para muchísimas especies.
La posidonia es, además, responsable de oxigenar y limpiar las aguas, y a ella debemos el color cristalino tan característico de las aguas que rodean nuestra isla.
Volviendo a la fauna marina de Mallorca, contamos con dos grandes reservas: las de las Islas Malgrats y la de El Toro, donde es posible ver meros, atunes, palometas, barracudas, peces ballesta, mantas raya e incluso focas monje.
A esta curiosa fauna hay que añadir las tortugas mediterráneas, que podemos encontrar resguardadas tanto cerca de la playa como en montes y zonas de vegetación.
La naturaleza de Mallorca se caracteriza por la variedad y belleza de su flora y su fauna salvaje.
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